Este artículo va dirigido a los profesores que habéis decidido usar Chessgym como plataforma didáctica, bien para apoyar vuestras clases, como fuente de actividades, para encontraros y competir con otros colegios y, en definitiva, para defender el nuevo reto que supone la enseñanza del ajedrez en el colegio.
Si ese es el caso, eres profesor y estás empezando a darle uso, querría sugerirte unas importantes notas, a partir de mi experiencia, de cara a mantener la motivación con éxito en esos primeros niveles, que luego van a ser claves en la actitud de los alumnos ante la asignatura y en su evolución posterior.
Lo diré pronto: el resumen sería espaciarlo en el tiempo. Es decir, en cuanto a los libros-juego de ejercicios, elegir previamente los que se van a dar en el curso, y distribuirlos de forma espaciada, para ir poniéndoselos a lo largo del mismo; esto es, no muchos de golpe, deja un tiempo prudencial entre ellos.
De esta manera, ellos no se sacian, y como les gusta, ¡eso ya lo verás el primer día que se los pongas!, solo debes tener presente utilizar esa baza inteligentemente (incluso con un planteamiento de premio o sorpresa), cada vez que veas cumplido el objetivo concreto de cada etapa (o evaluación, si es el caso).
Para alternar las actividades con el ordenador, puedes usar la “zona de juego” que tiene algunas salas para principiantes, como por ejemplo, la sala de “Dar mates en uno”. Una vez saben mover, empezar con muy pocas piezas y posiciones de mate sencillas es lo más adecuado. Hay quien empieza enseñando cosas de apertura, pero es un error. De aperturas, poco al principio, solo los fundamentos.
Y sobre la zona de juego, también la puedes usar para que jueguen partidas enteras entre ellos o con otros colegios, porque eso no les cansa, está demostrado.
Otra fórmula para ralentizar los libros-juego es hacerlos, si tenéis, con el cañón, donde puede mover el profesor según responden ellos. O bien, “salidas a la pizarra" (pantalla), depende cómo lo tengáis montado en el cole.
Esporádicamente, puedes echar mano de los "Concursos de 1 hora", donde hay mucha pregunta, mucha sorpresa, ganadores finales. Una actividad sorpresa de vez en cuando es una buena fórmula para reactivar su interés cuando sea el momento.
Por supuesto, todo esto debe ser llevado en alternancia con el contacto real, físico, con los tableros y con las actividades normales de enseñanza sin ordenador, que son fundamentales.
Si hay muchas ganas y te gusta el ajedrez, la experiencia nos dice que eso se contagia muy, muy fácilmente entre los pequeños ¡y no tan pequeños!. Con eso, el éxito de la motivación inicial está garantizado, pero el éxito de un curso completo va a depender mucho, también, del planteamiento global elegido a largo plazo.
¡Espero que estas líneas te puedan servir de ayuda!